Así es, hoy vamos a hablar sobre Design Thinking en el mundo jurídico, pero antes de nada, vamos a hacer una suposición:
Tú, querido lector, eres abogado. Vamos a suponer, también, que estás interesado en el mundo del design thinking y estás indeciso en si debes coquetear con eso de ser Legal Designer.
Ahora, vamos a pensar que es así, la pregunta principal es ¿Cómo podemos usar el design thinking en el mundo jurídico?
Paso 1: Observando
Observar y analizar es el principal trabajo de un legal designer y analizar todo lo que tiene a su alcance para anotar y mejorar.
Si observamos el mundo jurídico ¿qué conclusiones podemos sacar?
Hice un pequeño ejercicio hace año y poco para saber como percibían las personas de mi alrededor a la justicia, a los abogados, fiscales, notarios y procuradores.
Claro que les costó al principio, les sabía mal decirme a mi cara de abogada que, en general, no entendían el mundo jurídico, que no les interesaba por ser rígida, burocrático, lejano y sobre todo “viejuno”.
Así que lo primero que notamos es que tenemos unos cuánto problemas a la hora de acercarnos al cliente, no porque no lo hagamos bien, sino porque no conoce el 100% de nuestro valor.
En muchas ocasiones acude a nosotros porque no le queda de otra porque, en general, se espera a tener el problema, como si fuéramos un mal necesario y no aprecian/conocen las bondades del derecho preventivo.
Paso 2: Haciendo
Visto el problema en una dimensión bastante general, toca elegir ese asunto en particular que te gustaría cambiar, defines ese trozo y lo investigas recolectando datos, haciendo encuestas, lluvias de ideas y dejándolo todo bien ordenado.
Una vez todo bien ordenado empiezas a hacer las propuestas para solucionar ese problema no vale con uno o dos, tienen que ser los máximos posibles.
Hubo un día en el que habíamos llegado a una conclusión que pensamos que sería La Conclusión, pero que va ¡ni de lejos! Sin embargo, revisando todas las propuestas que habíamos hecho, rescatamos un par de elementos que nos gustaban y obtuvimos una nueva inspiración para llegar al prototipo que mejor resolvería la cuestión.
Paso 3: Evaluando
¿Es esta la respuesta correcta? ¿Es esta la solución al problema? son preguntas que en realidad ni fú ni fá, lo que creo que debes preguntar es:
¿Funcionó? ¿Qué resultados hemos obtenido? ¿Se puede mejorar? ¿Que es lo que más nos ha gustado? ¿Lo que menos nos ha gustado? ¿Han surgio nuevas ideas a partir de esta solución?
Porque la innovación continua es una rueda que no para, que nos mantiene frescos y funcionando.
Entonces: Design thinking en el mundo jurídico
El design thinking, como otras muchas otras disciplinas, busca, simple y llanamente, mejorar la justicia y poner al usuario en el centro.
Así que al final hablamos de innovar en el mundo jurídico, de intentar hacer las cosas un poco mejor y con mas sentido usando esta metodología.
Un sueño muy loable y por el que yo y muchos compañeros que admiro trabajamos dándolo todo.
Ahora, la pregunta habitual ¿Esto es rentable? ¿me ayudará a ganar dinero?
Innovar el sector legal es otra forma de decir que mejoras tus servicios, porque has automatizado, enfocado en el cliente que te va a contratar, pulido los procesos de trabajo o hablado claro al cliente para que deje de llamar cada X tiempo a preguntar ¿Cómo va lo mío?
Habrás ganado tiempo.
De esto te hablaré con más detenimiento en mi siguiente post.
¿Necesitas inspiración? Échale un ojo a el fantástico artículo escrito por Laura Fauquer que nos cuenta como lo están haciendo en Francia. https://www.abogacia.es/publicaciones/blogs/blog-de-innovacion-legal/redisenando-la-justicia-menos-hablar-y-mas-colaborar/
P.D. Los dibujos de esta entrada
Seguro que habrás notado que el estilo es súper redondito e infantil. Estoy trabajando en un proyecto para niños, así que…
Pero aquí un dibujo que me gusta mucho, es para otro cómic.
