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Abogados diferentes o como ser un cupcake y no una magdalena

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Durante este fin de semana semana estuve en Vigo, ahora Akme tiene algo más que ver con Nolegaltech, los detalles te los cuento luego, hoy quiero hablarte sobre abogados diferentes.

La teoría de las magdalenas y los cupcakes para hablar de abogados diferentes.

Todo empieza en una cafetería.

Allí estábamos Barbara Román (jefaza de Nolegaltech), Sergio García (Nuestro hechicero de las comunicaciones) y yo tomando uno de tantos cafés de ese finde, cuando salió el tema de los despachos de abogados de este post.

Así, una cosa nos llevó a la otra y nos pusimos a pensar sobre la abogacía

¿Habéis pensado en lo que venden los abogados?

Preguntó Sergio abiertamente.

Entonces, comparamos páginas web y de ello concluimos que los abogados vendemos:

  • Confianza.
  • Eficacia.
  • Cercanía.
  • Experiencia.
  • Involucramos al cliente.
  • Celeridad.
  • Honestidad.
  • Esfuerzo
  • Excelencia.

Además de otros tantos atributos. Te animo a que te des un paseo por las webs de abogados, verás que muchas se parecen (en los textos me atrevería a decir que tal vez demasiado).

Me gusta la publicidad.

Por eso, te citaré una de mis obsesiones secretas aprendida del Libro rojo de la publicidad.

Puede ocurrir que la empresa no nos dé un producto único y que no haya habido forma humana de hacer confesar a este producto virtudes o características que lo hagan más deseable, que le den personalidad, que lo distingan y lo desmarquen.

Es lo que conocemos como la igualdad de productos. Una encuesta a 4.200 consumidores en 28 países, sobre 13
categorías de productos, reveló que dos terceras partes consideraban a muchas de esas marcas exactamente iguales: es el síndrome de la percepción de igualdad entre marcas

Luis Bassat. El libro rojo de la publicidad.
libro rojo publicidad

La igualdad entre las marcas puede trasladarse al mundo de la abogacía y concluir que para la mayor parte de la población:

Todos los abogados son iguales.

Antes de entrar en materia, espero que quede claro que sé que nos diferenciamos perfectamente entre nosotros.

Pero, la cosa es que no debemos saberlo nosotros, sino ellos: nuestros clientes.

A partir de 2019 mi obsesión secreta pasó a ser:

¿Cómo diferencias a los abogados?

Tengo una lista bastante pequeña de abogados que destacan gracias al trabajo de su marca personal.

Consecuencia de ello es que aparece el “síndrome del Rockstar”, otro día te hablaré de ello.

Pero entremos en materia, como norma general los abogados me resultan, laboralmente hablando, bastante parecidos:

Sistemáticos, cuidadosos, detallistas, atentos, cercanos.

Bueno, ya los conoces, pero ahora, piensa un poco más en ellos, como conjunto, no individualmente.

¿No te parece que muchos están cortados por el mismo patrón?

Es más, ¿No crees que hemos trabajado tanto para encajar en la idea de abogado nos hemos mimetizado?

Es más, ¿Por qué nos parece mal que un abogado tenga un piercing? ¿Acaso no podemos llevar el pelo de colores? ¿Por qué explicar derecho con dibujos puede ser peyorativo para la profesión?

Y ¿Por qué aún seguimos discutiendo si toga sí o toga no?

Al final, si lo pensamos detenidamente, parece que estemos ante un paquete de magdalenas industriales.

Los abogados diferentes.

A pesar de todo lo anterior, parece que la abogacía está cambiando, pero en algunos aspectos, me parece que no tanto.

Es más, cuando un abogado es diferente destaca tanto que a algunos les resulta incómodo (lo sé de buena tinta).

Pero una vez pasada esa primera fase de incomodidad se dan cuenta de que podrían hacer cosas cada vez más sorprendentes.

Se dan cuenta de que podrían hacer cosas increíbles jugando con su marca, con su personalidad, con la personalidad del despacho para poder atraer a esos clientes que mejor pegan con ellos.

Esto lo puedes aplicar a ti mismo, a tu marca, a tu despacho y para convencerte un poco más piensa lo siguiente:

A los clientes que quieren magdalenas les dará igual contratar a un abogado u otro.

A los clientes que les van los cupcakes buscarán a ese abogado que le sedujo con su personalidad, su experiencia demostrada y que vende todos esos atributos típicos.

Así que aquí va mi consejo no solicitado: estudiate, estudia tu marca y si vas a hacer cosas grandes llama a un profesional para que te diga como puedes jugar con los elementos que forman parte de tu imagen sin fallar en el intento.

De esta forma dejarás el paquete de magdalenas y te irás directo al escaparate de los cupcakes.

El P.D que viene de mi corazón.

Hay elementos sencillos que pueden ayudarte, los informes pueden ser más personalizados, la formación podría incluir dibujos, diagramas o elementos visuales que facilite su comprensión.

Los contratos podrían dejar de ser bloque tras bloque de texto y los power point podrían dejar de ser una maraña de párrafos que distraiga al público.

Y si te da pereza yo solo digo que todas estas cosas las hacemos en Akme si quieres comenzamos con un email: hola@akme.es